Una de las nuevas realidades que han surgido en estos lustros, debido a ese maridaje entre informática e Internet han sido la creación de cientos de plataformas de culturas y otros temas.
Se autotitula dicho Canal o Canal March, dependiente de la Fundación Juan March como un portal audiovisual que contiene “miles de de videos y audios de conferencias, exposiciones y conciertos, series de documentales y programas podcats”.
Una, de las realidades que han cambiado es esta posibilidad, en la galaxia de Internet, encontrarán ustedes cientos o miles de plataformas o canales, de todo tipo de entidades e instituciones y de personas, en los cuales se emiten decenas o cientos o miles de esos conjuntos de textos audiovisuales. He utilizado el concepto o idea o término o expresión “conjuntos de textos” de forma adrede y de forma voluntaria y de forma conceptual. Porque en un paquete de textos hablados o escritos o con música o con sonido. Y, en él pueden caber decenas o cientos de temas de diversidad de saberes. Hoy, toda persona puede tener su “canal de radio-televisión independiente”.
Hablan mucho de la crisis del periodismo clásico (radio, televisión, prensa papel-digital…), pero no somos conscientes que se han multiplicado potencialmente, todos los emisores de información. Que sea buena o sea menos buena en calidad y saber en sí, es otra cuestión. Y, especialmente, de personas y entidades, que quizás no ocupaban hasta este momento, un lugar o suficiente lugar en el mundo de la emisión. Hoy, la inmensa proliferación de canales y plataformas era difícil de prever, hace varias décadas, como tampoco de Internet.
De todas las plataformas y canales de cultura, creo que éste, el de la Fundación March, es uno de los mejores, en número de emisiones, de diversidad de temas culturales, de personas que realizan esas emisiones, sea en forma de entrevista, sea en forma de clase o conferencia, sea en música. Se tratan cientos de temas, muy bien estructurado y muy claro. Dividen en epígrafes, con lo cual es bastante fácil ir y visitar: Arte, Ciencia, Cine, Comunicación, Cultura, Danza, Filosofía, Historia, Literatura, Música, Poesía, Política, Sociedad, Teatro… Con lo cual, como decíamos es fácil visitar, ir al río o al lago o a la fuente que deseas visitar, percibir, descansar, informarte, ilustrarte…
Dicen, que en un artículo de opinión como es éste, está bien y queda bien, un poquito, un toquecito de ethos personal. Y, debo confesar, aunque no vivo y existo y respiro en Madrid, que por dicha Fundación y su sede, y, sus exposiciones, por diversos motivos he buceado en ella conocimientos e ideas y exposiciones, he ido muchas veces, -aunque desde hace unos años no, porque visitan mis pies menos Madrid-, pero supongo que a la entrada del vestíbulo seguirá estando la escultura, alta y flaca y sentada –creo recordar-, como un nuevo Quijote, la figura del creador del emporio económico.
Porque hoy toda fundación o casi todas las grandes fundaciones culturales de Occidente están atadas a un sector económico. Ha sido una gran idea que las diversas generaciones de estos empresarios hayan continuado con ese afán cultural. Es una paradoja, dicen que en Estados Unidos, y, en Europa, empresarios de diversos sectores que en sí, no disponían de gran cultura académica, después son unos faros y luces en el mundo de la cultura, a través de sus fundaciones. Este aserto se percibe muy bien a partir del siglo diecinueve en Norteamérica, después esa idea, por diversas razones, se ha ideo extendiendo como azúcar y miel y aceite por todo el planeta.
Hoy, las Fundaciones Culturales, en diversas aspectos del saber humano, desde ciencias a filosofía a artes a tecnologías, menos en el terreno de la teología-religión, han cambiado el mundo cultural. Antes, hasta ahora, en el mundo fundamentalmente existían, las Universidades como grandes centros de saber, y, los Museos y realidades semejantes –con titularidad pública o privada-, y, después, diríamos la iniciativa de millones de personas, que se dedicaban a y en la cultura, intentando tener un lugar bajo el sol. Pero hoy, además de todo ello, han surgido, dos realidades, que no se valora lo suficiente “entidades culturales dependientes de la administración”, y, ésta a y en todos los niveles, desde el Ministerio de Cultura, hasta la concejalía de cualquier lugar o vecindad o pueblo o aldea que tendrá un concejal de cultura.
Pero también ha surgido las Fundaciones, que en gran parte son privadas, diríamos que es el contrapeso en este sector del mundo, de la iniciativa privada sobre la pública. De ahí, que surgen en y con cualquier tipo de motivo y finalidad. De ahí, que la cultura y la Cultura se haya multiplicado las posibilidades de entes que emiten cultura. Una, de estas, una de las mejores que este escribiente conoce, una de éstas es el llamado Canal March, en el cual puede usted encontrar, de casi cualquier tema, un audio o un video. Solo resta que usted la visite de vez en cuando… Quizás, falta que una entidad pública o privada, hagan un directorio de los cientos y miles de canales existentes, sobre multitud de temas y temas culturales… -sugerencia de esta mañana-.
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Fin artículo 4.521º: “Miles de videos y audios en el Canal March”.