Erotismo, glamour e incluso fenómeno cultural. Son muchos los calificativos que se le ha dado a lo largo de la historia al streaptease, una manifestación artística y social que ha experimentado una metamorfosis a lo largo de los siglos. En constante evolución desde las antiguas civilizaciones hasta la actualidad en escenarios de strip club, este espectáculo se ha convertido en un todo un reclamo para los públicos más diversos gracias a su sensualidad.
Dentro de la oferta de este tipo de espectáculos, la ciudad de Barcelona se ha convertido en una de las más populares en todo el mundo gracias a la presencia de una cuidada selección de strip clubs de la máxima categoría que han sabido “mimetizarse” con el ambiente cosmopolita de la ciudad. Un municipio abierto a todo tipo de experiencias, de las que el striptease no es una excepción. ¿Quieres saber cuáles son los orígenes de esta forma de baile y cómo ha evolucionado hasta la época actual? Sigue leyendo.
Danzas eróticas en las civilizaciones antiguas
El origen del streaptease actual se remonta a las danzas eróticas de civilizaciones antiguas. Los bailes se caracterizaban en aquella época, como en la actualidad, por su sensualidad y provocación, jugando un papel fundamental el vestuario. Asimismo, este tipo de bailes también tenía, en algunas culturas, un significado religioso o ritual. En el Antiguo Egipto, las sacerdotisas de Hathor, la diosa del amor y la fertilidad, bailaban danzas eróticas para honrarla.
En la época victoriana fue cuando esta práctica cultural llegó a su peor momento, ya que el striptease evolucionó como un entretenimiento clandestino y tabú. Suponía un desafío para las normas de la sociedad de la época y estaba dirigido exclusivamente a hombres. Si bien es cierto que el striptease victoriano era una forma de entretenimiento popular, la controversia lo rodeaba y era criticado al ser considerado por una parte de la sociedad como una forma de inmoralidad y depravación.
En el siglo XX, experimentó una transformación, convirtiéndose en una expresión artística y un medio de liberación sexual. Fue en este siglo cuando se convirtió en un espectáculo popular y, en cierto modo, de masas. Durante el siglo pasado, el striptease se desarrolló en las vertientes burlesque y cabaret.
Ya en la década de los 50 y 60, esta práctica comenzó a convertirse en un espectáculo más elaborado y sofisticado. Las bailarinas comenzaron a utilizar accesorios más llamativos e incrementaron la dosis de “glomour”. En la década siguiente se convirtió en un movimiento de liberación sexual, convirtiéndose incluso en un símbolo de la lucha por la igualdad de género.
El siglo XXI, un espectáculo global y diversificado
En el siglo XXI, el striptease se ha globalizado y diversificado. Los profesionales del sector han desarrollado nuevos formatos y contenidos que pueden verse en muchos strip club Barcelona, como el masculino, el striptease burlesque o el striptease artístico. Al mismo tiempo, cada vez son más las salas especializadas en este tipo de espectáculos que tratan de innovar en sus escenografías combinando diferentes géneros culturales como la danza, el teatro y la música.
Todo este dinamismo, unido a la pérdida del aura negativo que llegó a tener en el pasado, ha hecho que sea una de las industrias que mejor estado de salud tiene en estos momentos. Barcelona ciudad es un ejemplo de ello, tal y como revela que cuenta con el 25% de toda la oferta de España, lo que la ha situado como referente internacional y nacional.
En la actualidad, y al igual que le ha sucedido a lo largo de sus siglos de historia, el tiene un futuro prometedor gracias al positivo impacto que tiene como forma de entretenimiento. Su capacidad de adaptación y evolución, como demuestra la imagen de Barcelona strip club, ha hecho que sea una actividad que se ha integrado plenamente en la vida cultural de la ciudad. Los clubs de striptease son un atractivo turístico más, y contribuyen a la economía local.
Y todo gracias a la originalidad de todos los profesionales que se dedican al mundo del streaptease. Lejos de ser estático, el streaptease continúa su evolución en una Barcelona que refleja la diversidad y apertura propias del siglo XXI.
Este arte del baile erótico y sensual ha resistido el paso de los años y se proyecta hacia el futuro con fuerza y vitalidad. El striptease es adentrarse en la historia, en el arte y en la liberación. Es un camino intrigante hacia lo desconocido. Y todo con una imagen positiva donde es el erotismo, y no la sexualidad, lo que atrae por igual tanto a hombres como a mujeres.