Nada que celebrar el seis de diciembre, mientras que existan guardias civiles represaliados por demandar derechos constitucionales.Nada que celebrar. España cuarenta años de mercenarios de la corrupción.
Operación delictual columna. Sentencias firmes del TC y del TEDH. Resoluciones parlamentarias. Resoluciones del Consejo de la Guardia Civil publicados en su boletín oficial. Todo sin ejecutarse bajo el control de los mercenarios de la corrupción, mantienen a los guardias civiles democráticos expulsados. Sigue la corrupción. Nada que celebrarse.
Las personas fuertes no son aquellas que vencen siempre, sino aquellas que no se rinden jamás.
Nada que celebrar, día de la constitución, día del secuestro de la democracia y de la corrupción generalizada. Representantes políticos conocidos como los mercenarios de la traición a los derechos civiles, en vez de servir sólo se dedican a servirse para con celeridad hacerse multimillonarios, mientras los asesinos de ETA, asesinaban sin defensa alguna a desprotegidos miembros de las fuerzas de seguridad del estado, que se hallaban abandonados en todos los ámbitos profesionales y sociales por los políticos y por sus jefes.
Hagamos un poco de historia, años ochenta funcionarios de la Guardia Civil, se posicionan claramente en favor de la democracia y de la transparencia, como vulgarmente dicen:»Basta Ya». Alerta general en los ámbitos mercenarios del poder político. Se sentían amenazados porque los guardias civiles cumplieran sus funciones profesionales, que era la de investigar y dar cuenta al poder judicial.
El primera paso fue organizar una entidad legal y constitucional para tener fuerza y medios para lo cual solicitaron la creación de una asociación profesional ante el registro competente, la Unión Democracia de la Guardia Civil, UDGC, la respuesta de los mercenarios de la política y de la corrupción, fue inmediata, presentada solicitud por el Cabo Rosa, la respuesta fue la detención y tortura de éste y de su familia en Sevilla y en democracia.
Acto seguido se llevó a cabo la Operación delictual columna contra los guardias civiles democráticos conocidos como los «UMDVERDES», y de paso contra toda la ciudadanía que reclamara luz, taquígrafos y el fin de la corrupción y de los corruptos.
La democracia en España se caracterizó y caracteriza principalmente por los mercenarios de la política, apellido que se les da a casi todos de los políticos que nos han representado en la historia democrática, una clase de dirigentes que han venido al ruedo político sin aportar nada y sólo para servirse rápidamente, en resumidas cuentas, para enriquecerse expoliando la cosa pública y a todos los españoles. No tenemos que añadir nada sólo ir a las hemerotecas.
Ahora nos queda hablar del papel del poder judicial y de su independencia. Los que hemos visto como funciona este estamento y órgano fundamental de un estado de derecho o en deshecho podemos ilustrarlo con algunos ejemplos, ahí van resumidamente: Operación Columna, cuyos originales de puño y letra fueron entregados por Luis Roldán, no han servido para juzgar y encarcelar a los culpables de delitos de lesa humanidad contra toda la población y especialmente contra los guardias civiles democráticos. Las sentencias del TC que reconoció la UDGC, en RA 871-90, sentencia firme que legalizó y reconoció la legalidad del derecho de asociación profesional, sin ejecutarse al día de hoy, argumentos que sirvieron de base para la expulsión de los guardias civiles UMDVERDES al acusar a los expulsados de actos ilegales e inconstitucionales. La sentencia del TEDH, 69966-01 que con claridad más que meridiana indicó que con los expulsados y otros cientos de compañeros cometieron delitos de detención ilegal.
La corrupción no solo se cimienta con grandes actos, sino, día a día y poco a poco, y está a la vista de todos, cuarenta años de democracia, cuarenta años de indignidad. Nada que celebrar, sólo con una simple reflexión se puede observar la quiebra del sistema y la corrupción generalizada. Los asesinos de ETA se han beneficiado en menos de 24 horas de la libertad y de la aplicación de las sentencias del TEDH, los guardias civiles que han cumplido con sus deberes y ejercitados sus derechos constitucionales encarcelados, acusados de delitos imposibles de sedición y expulsados.
Para ir acabando, no hay nada que celebrar en un estado lleno de mercenarios de la política y de la justicia. El día de la constitución celebra la persecución a funcionarios de la Guardia Civil que han sido expulsados por los responsables políticos con la ayuda de la cobardía de un poder judicial que sólo sirven a sus amos, por eso la pelea por el control y no por la renovación del consejo general de poder judicial.
Para finalizar Ya, «No hay nada que celebrar», es un grito al honor que es nuestra divisa, en un recuerdo a nuestros compañeros fallecidos, a los asesinados por defender España y sus derechos humanos, es una muestra más de que seguimos cabalgando por la dignidad, por la justicia y por la transparencia. «No hay nada que celebrar», es un recuerdo a nuestros compañeros expulsados y un aviso a esas nuevas generaciones de políticos y políticas que se han incorporado a la casta mandarina, para que sepan que, primero es lo primero, y ello conlleva la rehabilitación de los compañeros expulsados en todos sus derechos, el resto es la guerra que no queremos porque hemos sido instruidos para la paz. Nos derrotaron nunca nos hemos rendido.
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