
Desde que tengo uso de razón (se lo pongo a huevo a mis amigos graciosetes, quienes seguro comentarán que entonces no hace tanto, o incluso que ni se han enterado de que adquirí sin anunciarlo dicha mayoría mental) orino sentado en el inodoro. Simplemente porque me resulta más operativo en mi particular caso, por cuanto tal postura me permite reflexionar un ratillo sobre lo que surja, a veces nada.
El mismo “modus operandi”. Ya sucedió con la catástrofe ecológica del Prestige, y luego se callaron bocas con el dinero de los presupuestos generales. “La Xunta de Galicia pide calma ante el vertido de Pellets y reclama más información…”. Esto, después de haber pasado más de tres semanas del siniestro de un buque mercante, con la caída de una parte de la carga, perjudicial para el ecosistema marino y el medio ambiente.
Querido Germán:
Acabo de enterarme pola prensa do drama familiar polo que estás pasando. Que estás loitando contra algo pouco coñecido e que recibes axuda da asociación Afal Ferrolterra.
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