Uno dos y tres , mi niño llora hoy , no quiero ver a mi
novia hoy, no se si seré capaz ya de mirar , salir
a la calle y ver a los hombres , a mirarlos a la
cara.
Un dos y tres, mira que te digo , lo
volvieron a linchar tres acordes
de castigo y de vino del malo.
Una dos y tres , un Pilato que nunca
rompió un plato deslizó sus decisiones
para que nadie le tocara sus galones.
Capricho , capricho , capricho, del niño, de nada
pues en días está el día internacional
de la libertad de prensa que en
ella no queda ya conciencia.
Ay , ayyy, ayyy, comprendí que ya
me habían matado,
y yo que estuve muchos
años atado al violín
y a la muerte ,
a la paranoia de la
muerte , viví casi
inerte , así lo decidieron
los hombres que yo estuviera
de esta horrible manera.
Ay madre como quema
esta hebra venera,
que miro y nadie espera.
Pero mirar , con que elegancia
me levanto y que quito este
manto ,
¿ cómo pude yo un hombre
solo con los señores de la guerra?
Mira , mi consejo niño bonito con
esos ojos de sol y azucena
que esto que te digo merece
la pena ,
de alegría estalla la mañana
que espera con paciencia
que aparezca la ciencia
que despertará toda la
conciencia
en minas y
rocas, muros,
ríos y troncos.