Aquel 9 de mayo fue el día de una valentía que difícilmente repetirás, pues acabas de aceptar la presidencia del Consejo de Estado, pero ahora estoy escribiendo para agradecerte que no esperaras 40 años para informar de algo importante que habías protagonizado, y ya sabes que si digo “40” es porque sigo con los secretos y me estoy refiriendo al tiempo que tardaron, primero Suárez (19) y después Prego (21), en informar (en 2016) a la sociedad de algo que, de haberse conocido en su momento (1976), tal como tocaba, habría cambiado la historia.
Por ejemplo, quizás a las europeas de junio no se estaría presentando una candidatura que lucha “contra la impunidad del franquismo” aunque, si tiene que suceder, que suceda, pues en tiempos de paz los secretos de hoy nos terminan complicando el mañana.
Y si consiguen eurodiputados mejor, porque el neofascismo lo tendrá más difícil para seguir amenazando.
Bienvenidos sean, por tanto, los paréntesis que permiten recuperar la libertad de expresión a algunas de las personas que se dedican a la política, como fue, Carmen, tu caso, y no es casual ni extraño que haya sido la misma institución heredera y hereditaria la beneficiaria de ambos secretos, el que Suárez y Prego nos ocultaron durante cuatro décadas y el que tú guardaste solo unos meses.
El 9 de mayo de 2022 concediste una entrevista a “El País” cuyo titular decía que “El Gobierno descartó eliminar la inviolabilidad del Rey tras discutirlo con el PP y la Casa Real” y durante la que dijiste que “Yo lo plantee, se barajó, se puso sobre la mesa y no se vio la oportunidad en ese momento, ni por parte del presidente del Gobierno ni por parte del PP ni por parte de la Casa Real”.
Abro paréntesis para advertir que las “Casas”, sean las que sean, ni tienen opiniones ni cometen delitos, por lo que donde dice “Casa Real” leeré Felipe VI y sus intereses creados.
De la noticia de “El País” me interesa que aclares dos detalles de un texto que el periodista no pone entre comillas, pero que tampoco se pudo inventar.
Dice que “El Gobierno contempló ―y finalmente descartó― la posibilidad de poner en marcha una reforma legal para cambiar o eliminar la actual inviolabilidad del Rey (que le exime de responsabilidad penal) sin necesidad de modificar la Constitución”.
Corrígeme si estoy equivocado, pero deduzco que si el Gobierno “finalmente descartó” fue porque Felipe VI se negó a que se le privara (prefiero citar conceptos del Código Penal) del derecho a robar, violar o asesinar con total impunidad, pues tanto Sánchez como Casado habrían estado encantados de resolver una patata más maldita aún que caliente y que avergüenza a decenas de millones, especialmente desde que se descubrió, aunque no se juzgó, lo de su padre, Juan Carlos I.
Pero también, incluso más, interesa que aclares la última frase: “sin necesidad de modificar la Constitución”.
Desde aquel 9 de mayo tan tuyo, Carmen, algunos le estamos dando vueltas al asunto y pensamos que con una Ley Orgánica que desarrolle el artículo 56.3 de la Constitución según lo que establece el 64 (al que hace referencia el 56.3) será suficiente para que, por una parte, Felipe VI deje de reírse de una Carta Magna que no se redactó para que hubiera delitos que quedaran sin culpable y, por otra parte, el Congreso legisle para evitar tesituras tan impresentables como las de justicias europeas resolviendo que allá España con su porquería, un país que permite a su Jefatura del Estado que cometa delitos pero persigue y condena a quienes queman sus fotos porque se cabrean.
Por tanto, estimada, ¿estaba el Gobierno pensando en una ley orgánica en esos términos para resolver una “inviolabilidad” que es impunidad efectiva y Real?
Una ley orgánica sería una solución legal suficiente, adecuada a los tiempos y posible según están los escaños del Congreso. Y a ver quién se atreve a acudir al TC para que siga la impunidad de alguien que, como cualquier mortal, puede terminar en el Infierno.
Gracias por permitir que te haya tuteado. Cómo ahora no puedes, espero que el Pedro Sánchez que ha decidido seguir para “regenerar” la democracia responda con actos legislativos decentes a las preguntas pendientes.
El tema es importante porque bien sabes, Carmen, que la presión seguirá en aumento hasta conseguir que Felipe VI diga “sí” donde dijo “no”, algo que supimos gracias a ti, o se niegue a cambiar y decida abdicar, que es justo no querer de vecino a quien pueda cometer delitos sin ser perseguido.
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