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El invierno está aquí, y aunque el jardín no sea el centro de las reuniones en esta temporada, los muebles de exterior también merecen un poco de cariño. Después de resistir lluvias, viento y quizá alguna que otra helada, es el momento perfecto para darles una limpieza a fondo y asegurarte de que estén en perfectas condiciones para cuando el buen tiempo vuelva a llamar a tu puerta. Aquí te damos una guía práctica y sencilla para dejar tus muebles como nuevos.
Por qué limpiar tus muebles de jardín en invierno es una buena idea
Puede que ahora no pases tanto tiempo en el jardín, pero el invierno es el momento ideal para dar a tus muebles el mantenimiento que necesitan. Al limpiarlos y protegerlos durante esta época, evitarás que el desgaste se acumule y te ahorrarás sorpresas desagradables en primavera.
Diferentes materiales, diferentes necesidades
Cada material tiene sus peculiaridades, y es clave entenderlas para no dañar los muebles:
- Madera: necesita hidratación y cuidados para resistir la humedad.
- Ratán o mimbre: materiales delicados que requieren un toque suave.
- Metal: resistente, pero susceptible a la oxidación si no se protege bien.
- Plástico: fácil de limpiar, aunque puede decolorarse si no se cuida correctamente.
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Cómo limpiar tus muebles de jardín paso a paso
¡Manos a la obra! Aquí tienes una guía sencilla para que tus muebles resistan lo que queda del invierno y estén listos para lucirse de nuevo.
Preparación inicial
Antes de empezar, asegúrate de tener a mano lo siguiente:
- Un trapo limpio o un cepillo suave.
- Jabón neutro o un limpiador específico para el material.
- Agua tibia y un cubo.
- Una esponja o pulverizador de agua.
Si los muebles tienen cojines o elementos textiles, retíralos y guárdalos en un lugar seco.
Limpieza según el material
Madera
La madera es elegante pero exigente. Usa un trapo húmedo con jabón suave para eliminar la suciedad acumulada. Si la madera parece seca o apagada, aplica un aceite protector para devolverle su brillo natural y protegerla de la humedad.
Ratán o mimbre
Estos materiales son delicados, así que opta por un cepillo suave para eliminar el polvo y utiliza una mezcla de agua tibia y jabón neutro para las manchas más persistentes. Asegúrate de secar bien para evitar deformaciones.
Metal
El metal puede parecer indestructible, pero la oxidación es su talón de Aquiles. Límpialo con una esponja húmeda y detergente suave, y seca completamente para evitar la aparición de óxido. Si ya hay signos de oxidación, un poco de papel de lija y pintura protectora pueden salvar el día.
Plástico
El plástico es el rey de la practicidad. Una esponja con agua jabonosa será suficiente para eliminar manchas. Si hay suciedad más resistente, una solución de agua y vinagre hará maravillas.
Protégelos hasta la primavera
La limpieza no es el último paso. Para mantener tus muebles en perfectas condiciones durante el invierno:
- Usa fundas impermeables para evitar que la humedad y el polvo los dañen.
- Si es posible, guárdalos en un espacio cubierto o bajo techo.
- Aplica productos protectores específicos según el material.
El invierno puede ser duro, pero con un poco de mimo, tus muebles de jardín estarán listos para brillar cuando llegue la primavera. ¡Y qué mejor momento para cuidarlos que ahora! Dedica unas horas a darles el cuidado que necesitan y asegúrate de que estarán contigo muchos años más. ¿Listo para empezar? ¡Tu jardín y tus muebles te lo agradecerán!
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